Literature
Deseos
Qué sublime:
un cuerpo
que se ha acostumbrado a otro que a su vez
seducido sale de sí, volviendo al primero.
Besos frustrados y deseos suspendidos,
fríos huelen ya a hierro encerrado.
Y yo, que sin mi dosis de tí enloquecía.
Y yo, que temblaba en el accidente del contacto.
Y yo, que exasperada miraba la V voluptuosa
del perfil de tu boca
pensándola atorándose
sobre cada categoría
de mi piel.
Y yo,
y nosotros.
Nosotros que no fuimos nosotros.
Nosotros que no sucedimos.
Nosotros deseo.
Nosotros frustrados.
Debimos haber dicho
te extraño,
te necesito,
te lastimo,
last